martes, 30 de abril de 2024

SEAFOOD. "When do we start fighting" (2001)

 


Cinco discos sacaron esta banda londinense comandada por su cantante David Line. En todos ellos se nota la querencia por los sonidos de Sonic Youth, siempre suavizados por una actitud inclinada hacia el indie rock como nos muestra la inicial "Cloaking". 

No tuvieron mucho éxito, pero hay que reconocer que sabían afrontar con eficacia el reto de hacer buenas canciones ("Western battle"). El disco fue producido por el miembro de Girls Against Boys Eli Janney, y también se dejan caer por aquí Mary Lorson de Madder Rose y el mismísimo Scott McCloud de los GAB. 

Hits inmediatos como "Pleasure head" con esos arreones de guitarras saturadas, se dan la mano con estribillos de esos correosos, ágiles, de pegada inmediata, donde la cantante de Madder Rose, ofrece todo su poderío melódico ("What may be the oldest"). 

"People are underestimated" es la parte más moderada de una banda que consigue en temas como "Splinter" elaborar una perfecta pegada de ruido y baja tensión. Luego tienen también la vertiente que les funciona menos, como en "In this light will you fight me" donde quieren pasar por una banda de slowcore y donde la cosa resiste a medias. 

Tampoco aporta mucho la balada "Desert stretched before the sun", donde parecen sin fuelle, perdidos en sonidos demasiados calmosos. Así que un trabajo que empezó como una bala, se acaba diluyendo en una parte final que sobra ("Similar assassins"). 

Nos quedamos con la parte más furiosa de su repertorio, donde sacan a relucir sus intrincados vaivenes de electricidad. 


domingo, 28 de abril de 2024

KIM GORDON. "The Collective" (2024)

 


Mi disco favorito de lo que llevamos de año. No es para menos. El regreso de Kim Gordon te deja noqueado, a sus 70 años, sigue atada al riesgo, sigue haciendo de su música algo peligroso, adictivo, necesario. Que buena noticia que el estado de salud musical de Gordon de como resultado este prodigio sónico perturbador llamado "The Collective". 

Y es que oyendo la casi industrial "Bye Bye", ya te puedes imaginar lo que encuentras en este artefacto que consigue desde la primera escucha ponerte los pelos de punta. Loops, silencios peligrosos, electrónica amenazante, art punk, hasta trap ("The Candy houses"), todo cabe en esta prodigiosa aventura que te llena los oídos de alfileres de gozo. 

Bajo la producción de Justin Raisen, Kim Gordon sigue el camino que ya dejó marcado en su anterior "No home record", y la verdad es que oyendo cosas como "I don't miss my mind", te das cuenta que la edad no es sinónimo de derrota sino de excusa para seguir en las barricadas. Y Kim siempre ha sabido transitar el lado más incomodo. Lejos las aventuras de sus compañeros de Sonic Youth, lo suyo es aliarse al riesgo como necesidad de victoria. 

"I'm a man" tira a matar contra ese machismo asqueroso que aun persiste en la sociedad, tirando de distorsión, aspereza, sonidos demoledores. Una de mis favoritas es "Trophies" oscura y minimal. Como "it's dark inside", donde Kim continua con su recitado en medio de una marea de tenebrosos aullidos.

Y es un puntazo esas incursiones en el trap en brutalidades sónicas como "Psychedelic orgams", una maravilla que cada vez que la escuchas encuentras más motivos para rendirte a ella. "Tree house" se inflama a cada segundo con su sonido saturado que es demoledor. 

Para terminar este devastador viaje, "Dream dollar" sintetiza todo ese portentoso viaje que nos pone a Kim Gordon en la primera página de la rebeldía que nunca deberíamos perder. 


viernes, 26 de abril de 2024

PULP. "Freaks" (1987)

 


Mi disco favorito de Pulp. También el más oscuro. Un disco repleto de canciones que son hits que hacen daño, un perfecto viaje hacia el mundo creado por Jarvis Cocker, que empieza con la barroca y temible "Fairground",  ópera para espíritus dolidos. Vaya comienzo. 

Grupo desconocido cuando sacaron éste su segundo trabajo, lejos del éxito que les vino después, es un placer hallar ya pequeñas huellas del sonido que seguirían después, como esa triste "I want you", un manual de resistencia de tristeza muy íntima. 

"Being followed home" es otra de esas caricias envenenadas de Cocker, edificando ladrillo a ladrillo ese armazón pop, elegante, sofisticado, desde unos inicios musicales repletos de furia y ritmos obsesivos. "Master of the universe" es otra de las burradas, casi punk,  que da paso a "Life must be so wonderful", letanía con arañazos en el corazón, que te sumerge en una calidez que te desarma. 

El disco es todo un grito contra esa maldita bruja que fue Margaret Thatcher y todo su ideario denigrante para las clases más desfavorecidas. "There's no emotion" con su estridencia suave, con la voz de Cocker como paradigma hacia la insurrección da la palabra a "The never ending story", un galimatías de órganos galopantes. 

Terminamos este pedazo de disco con "The never ending story", donde se nota ya la guerra que darían después este pedazo de grupo, un compendio del mejor pop con ribetes de orfebrería. 



miércoles, 24 de abril de 2024

RVG. "A quality of mercy" (2017)

 


Desde Australia y sonando a The Church. Ya me tienen ganado. Con "A quality of mercy" empezaron su andadura esta interesante banda con tres discos en el morral, a cada cual mejor, teniendo este primero, como principal reclamo que no defraudará a los que amamos las buenas melodías, las canciones bien hechas, como la que titula el álbum. 

"Cause and effect" es donde más se percibe las influencias de The Church, para en "IBM" sumar al lote de referencias influenciables a Television. Con estos nombres es fácil que la escasa media hora que dura "A quality of mercy" se pase en un suspiro. 

El enganche es inmediato cuando suena "Heart paste" y su volcánico deje de caramelo para un día aciago. O cuando en "The eggshell world" las guitarras repletas de purpurina muestran a una banda como profesionales de artesanía propia. 

"Vicent Van Gogh" es pop superlativo con aires ochenteros que te seduce desde el minuto uno. Vaya gozada. El punto final con la lenta y emocionante "That's all" hace que quieras meterme de sopetón en sus dos otros lp. La verdad es que la banda lo merece. 


lunes, 22 de abril de 2024

BEVIS FROND. "Focus on nature" (2024)

 


Nace este crítica unos días después de asistir al concierto de Bevis Frond en  Madrid. Una de las grandes decepciones a las que he asistido en mi largo peregrinar conciertero. Con decir que fue la primera vez que me he marchado de un concierto, lo digo todo. Nada de lo que más me gusta de Bevis Frond (su gusto por la melodía, su power pop acariciador), apareció en una velada donde lo que predominó (el sonido de la sala un desastre), los arrebatos psicodélicos, los solos infumables. 

"Focus on nature" es un buen disco, con baches (siempre fueron un grupo excesivo, esta vez 19 temas), que empieza con la guitarrera y potente "Heat". La que titula el lp es una delicia de esas a fuego lento que tanto eché en falta en el directo,  y "Gods' gift" es aguerrida y contundente. 

La verdad es que escuchas "Little eden", su anterior trabajo, y este "Focus on nature", y me traslado a lo que vi el sábado y la verdad es que no puedo estar mas decepcionado. ¿Dónde están los temas como "Vitruvian man"?

"A mirror" es floja, pero si a continuación te topas con "Leb Off", mi preferida del disco, ya te tienen ganado. Una maravillosa oda delicada y repleta de sensibilidad. Estos son los Bevis Frond que me apasionan.

Bajan el pistón con la psicodélica "Here for the other one", para continuar con la magia en "Happy wings". Teclados y furia en "Empty", para seguir su vertiente más impactante con "Wrong way round". "Mr Fred' Disco" no me dice nada, y en "Hairstreaks" se dejan llevar por la apatía. 

Remontan el vuelo con "Maybe we got it wrong" para perderse en "Brocadine". Y como esto va de cal y arena, "Big Black sky", los vuelve a encumbrar. "The hug" es setenteto total, y el final con "Hung on a wire", quizás es el antecedente de lo que vimos en directo. 

En resumen, la mítica banda de Nick Saloman, no supo transmitir toda ese magia que se percibe en sus composiciones. Una lastima. Me quedo con sus dos últimos trabajos. 


jueves, 18 de abril de 2024

ROBERT POLLARD. "Faulty superheroes" (2015)

 


Sigo con mi enganche con el mundo de Pollard y todo lo que toca. Si hace poco salió por aquí "The crawling distance" y su trabajo con Guided by Voices, "Nowhere to go but up", ahora toca detenerse en este otro grandioso disco, "Faulty superheroes", donde continúan los temas soberbios ("What a man", "Café of elimination"). 

Las facultades siguen intactas para producir canciones como churros apetecibles, como la que titula el cd, con esa guitarra juguetona que todo lo puede, o chascarillos de esos que no llegan a los dos minutos pero que te hacen derretir al instante, ("Faster the great" y "The real wilderness" son una muestra de ello).

"Photo enforced human highway" es un colapso sónico de amabilidad sónica y "Take me to Yolita" es pura vacilada. "Up up and up" te hechiza desde el minuto 1, puro huracán melódico que da paso a "You only need me" otra carantoña para días de melancolía liviana. 

Mi preferida, "Bizarro's last quest", un compendio que resume a la perfección todas las caras de Pollard. Para terminar, "Perikeet vista", un puntazo leve, tranquilo, para soplar las velas de otra disco necesario de escucha. Muy grande Pollard. 



martes, 16 de abril de 2024

SCHWARZ. "Arty party" (2013)

 


Qué buenos que eran Schwarz. La banda murciana, nuestra banda de krautrock de referencia, siempre se tomaron en serio lo de sonar distintos a toda la comunidad de grupos indies. Porque lo suyo era pura lisergia, psicodelia burra, con un sentido de la melodía que te enloquece cuando penetras en su laberinto. 

Su quinto disco, empieza con tema que titula el cd, con sus teclados brumosos, siendo la puerta de entrada un viaje de esos que con "Hipnohimno" te deja ya sin palabras, un hit desmesurado, repleto de épica y de distorsión para dar y tomar. Y después viene la que quizás sea la mejor canción de la interesante carrera de Schwarz, "Nouvelle Vague", himno de indie rock descarnado, con un ritmo brutal, con una pegada instantánea. Que buenos que son. 

Luego también nos encontramos las aristas alemanas de siempre, que encontramos en canciones laberínticas como "Beauty must die" o "Specimen 3", donde son más reconocibles con sus afrentas sónicas. 

"Droning forever" y sus ocho minutos largos es un apisonadora demoledora y "Raining stars" es otro de esos sonajeros brillantes que te emociona a la primera escucha. Antes del apoteósico final con la bizarra "Psychotic hypnotic", "100% fun-free" nos introduce en esa espiral tan de sueños extraños a los que nos acostumbró esta banda que tan buenos momentos nos dio. Un festín su escucha.