Shoegazing de Arizona. Un gran secreto guardado, una banda que paso de puntillas en los 90, pero dejó discos como este "A fascination with heights", que harás las delicias a los que disfrutamos del shoegazing y de todo lo que significa ahora y ayer.
"Shell life" es la primera llama de este incendio de canciones que te seducen, de un grupo que siempre estuvo en segundo plano pero que supo a su manera hacerse un hueco. A veces sonando a Ride, como "Backstroke", otras acicalándose entre sombras y ternuras ("Hurrah?").
Distorsiones siempre comedidas, aspavientos de guitarras en progresión minimal hacia tu cándido corazón ("Departures"), el tema que titula el álbum resume a la perfección la enjundia e importancia a su manera de una banda que tenía bien aprendido todos los rigores y cánones del estilo.
"Momentum" es dúlce y cálida. Como ese otro portento musical llamado "Lolligag" plagado de un pop dulce envenenado. "The apathy parade" tira de psicodelia, para en "Numbers and fingers" desarrollar todo su encanto entre volutas de viento enternecedor.
Half String. Unos olvidados que sacamos del baúl, una entrañable banda que la verdad te provoca una gran sonrisa por su capacidad para emocionarnos a las primeras de cambio.






